The Grapes Of Wrath

John Steinbeck

Febrero 7, 2018
(Editado: Febrero 7, 2018)

Dentro del género de la novela histórica domina el hábito de elegir un hilo narrativo pequeño y manejable, pero que a la vez captura con delicadeza la idiosincrasia de la época en que la trama se desarolla. No es la intención entrar en discusiones sobre las características intrínsecas de una novela histórica. Sin embargo, el postulado de que éstas tienden a aclarar lo grande desde lo pequeño[1] es útil para entender la estructura de Las uvas de la ira de John Steinbeck.

La narración de la novela alterna rigurosamente entre macrocapítulos, los cuales se enfocan en términos plurales en los inmigrantes del centro de E.U.A hacia el oeste; y microcapítulos, que tratan sobre la odisea de la familia Joad. El enfoque de cada tipo de capítulo es altamente estricto: los macrocapítulos se limitan a lo general y nunca aluden a los protagonistas, mientras que la narración de los microcapítulos nunca se separa de algún miembro de la familia (o de Casy, miembro honorario). Además, la diferencia en escala entre ambas clasificaciones es muy amplia. En ocasiones, la gran escala de los macrocapítulos es evidente, como lo es en el primero de ellos, protagonizado por el paso de las estaciones en la región del Dust Bowl en Oklahoma. En otras instancias, la escala se magnifica a través de personajes arquetipo, seres que a pesar de aparentar una identidad concreta son capaces de llevar a cabo acciones que se extienden por regiones enteras. El mejor ejemplo de esto se encuentra también en uno de los primeros macrocapítulos, el número siete. En él, un revendedor usurero innomado y su asociado, Joe, revelan las estafas con las que abusan de familias desesperadas por comprar un auto. Aquí, la descripción de los personajes no va más allá de generalizaciones y estereotipos de su contexto, logrando así ampliar sus acciones a escalas que van más allá de una sola agencia de autos. Además esta amplificación también es facilitada por el narrador, que intercala los eventos y diálogos de distintas estafas con fragmentos de monólogos y descripciones que, aunque en primer plano parecen referirse al éxito de una sola agencia de automóviles usados, por su cuenta detallan la gran escala de la migración. Los más notables de estos fragmentos se encuentran aislados en párrafos independientes, lo que ayuda a distanciarlos de la escena. Algunos ejemplos: “Hot sun on rusted metal. Oil on the ground. People are wandering in, bewildered, needing a car.” (p. 63)[2], “God, if I could get only a hundred jalopies.” (p. 63), “Spattering roar of ancient engines.” (p. 65) Así, desprendidos de la narración de situaciones específicas y con abundancia de sustantivos y adjetivos plurales, estos fragmentos simulan referirse al Dust Bowl entero.

Pero a pesar de las estrictas reglas de enfoque, los macrocapítulos no se limitan a contextualizar los eventos de los microcapítulos. Aunque en contraste los microcapítulos son menos narrativamente complejos y se centran en desarrollar la trama, en ocasiones delegan a sus contrapartes el avance de la historia de la familia Joad. Por ejemplo, el macrocapítulo veintisiete comprende un brinco temporal de varios días: desde el momento en que los Joad llegan a un prometedor campo de algodón por la noche, hasta que ya están bien establecidos trabajándolo. Este amplio salto es notable porque ocurre inmediatamente después de un microcapítulo que sigue con precisión el escape de los Joad del campo de duraznos. Aunque a causa de este brinco la atención del lector es removida de los Joad, el macrocapítulo informa al lector sobre la nueva situación de la familia narrándole en términos generales las realidades de los campos de algodón pizcados por inmigrantes. Así, la interrupción temporal, a pesar de descontextualizar el tiempo, contextualiza el espacio y la situación de los personajes. Esto resalta en el género de la novela histórica, pues el narrador no se limita a explicar lo grande desde lo pequeño, sino que también abarca lo pequeño desde lo grande. A través de este telescopio invertido, el lector puede inferir con certeza que no fue sino bajo el calor del sol, que rebota sobre el polvo y hierve aún más la sangre ya ardiente, que Al fue timado a cambio del Hudson Super-Six que acarreó a los Joads a su destino.

Notas

  1. Es tentador aseverar que toda novela es un intento por traer a un nivel cotidiano, y por lo tanto más alcanzable para el lector, lo que se quiere comunicar. Incluso es tentador asegurar lo mismo para toda forma de literatura.
  2. Steinbeck, John. The Grapes of Wrath. New York: Penguin Books, 2002.